domingo, 30 de septiembre de 2012

Antártida de Corazón

Me derretía como hielo solitario
desventurado iceberg
contra el azul infinito
inferior y superior
de las Antártidas ignotas de mi viejo corazón


Me plegaba en incontables foliaciones
víctima de mi sed sempiterna 
y de mis ecuaciones tectónicas incontrolables

mi viejo corazón vivía en el fuego frío
y se cocía en los prietos lazos
del cero absoluto,

mientras tú ardías en los supremos fuegos,
en los sagrados hornos
de aterrados dioses de la roca
o inconsútiles telas de atmósferas salvajes.

En ambos casos eras
mis telúricas raíces
o mis celestes meteorias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario