martes, 31 de diciembre de 2019

Mi diosa exclusiva





















María diosa mía
Virgen divina
virgen estrella mía
llena de luz sibilina
la copa tierna de nuestra vida,
la escasa flor de nuestro día,
no repares en nuestro mustio atuendo,
sólo unge nuestro ansiosa espina.

Que desborden de felicidad nuestros corazones
Y la esperanza remoce nuestras pieles.
Nútrenos con tu leche sacra
Danos tu almeja mágica
guárdanos en tu cueva heráldica
enséñanos ecuaciones de milagros
que contra toda justicia
son de seguro inecuaciones
e iluminan nuestros cerebros
con incógnitas galaxias, futuros caminos
que nos entrenan en sexuales peligros
y en azarosos viajes de infinito.

Enciende los volcanes del deseo,
agita en nuestro plexo vitales chacras
que descifren de tu amor las claves pulcras
escritas al fondo del más cruel coliseo

Dame a libar tu pezón santo
Capaz de brindarnos con holgura
todas la frugal delicia y la cordura
que maduran silentes bajo tu manto

Y dotarnos con los opios del olvido,
Las feéricas órbitas del contento
Que nos infunde tu etéreo aliento
Cuando pronuncia el verbo prohibido
y nos llama en la noche al abrazo
que hace arder fogatas de libido.

Gracias por todos tus regalos
por tus frutas deliciosas
fresas y suaves melones
tus rosas y orquídeas pornográficas
que llenan de alegría nuestras vidas
nos sumen en pasión de terapia y dichas
tras de las cuales muy fácil nos resulta
disolvernos en rincones de la nada

Madres, yo navego en torno de vuestras
sustanciales presencias densas
¿Cómo despertar si vos no estáis?
¿Cómo retornar al flujo rústico
sin el sacro influjo de vuestras cadenzas?
Si tan sólo niebla y sueño sois,
¿cómo volver al nudo de lo práctico
y sacrificar la rutinaria andanza?

¿Cómo despertar si ahí no estáis,
descorriendo las cortinas del nuevo amanecer?

La extraordinaria fuerza humana
Sólo se modula en la miel de tu dulzura

Sin la mediación de tus sedosas pieles
contra sí sería el hombre en su locura
su soledad le daría cifra loca
sin posible ni sociable compostura
pero inventada entre celestes líquenes
hilos mágicos de la virginal toga
que cuidaba tus tesoros de la meteoria
y los consagraba a amores y pasiones

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 31 de 2019

Fuera de serie: cifra loca



ser uno de tantos otro en la serie
es consuelo o tristeza
pero solo es lo mismo
salirse del número y la infinita sucesión
era algo valiente y de riesgo neto
era el destino solitario de una cifra loca
desencajada e incompatible con todo conjunto

era el destino de un agujero aislado
condenado a su eterno silencio 
a su luz ciega y vacía
luz sin objetos ni consuelos
pura duración de alma en sí
opuesta a todo enunciado descifrable
a toda solución comunicable

cifra absurda
absoluto solitón 
no daba solución a nada 
enemiga de toda ecuación 
de toda inecuación
de todo intento de conciliación
navegante puro sin aire ni mar

ni siquiera pirata
ni pescador, 
ni conquistador
sólo voz innata
sin poema ni cantata
letra suelta
sin idioma ni lenguaje

solo el alma en cerradura
gozaba de suficiente asimetría
para desencajar con toda existencia
y sumirse en desacompasada danza
en el imposible abrazo
a bordo del propio abismo
en el núcleo de vacía cuadratura

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazon, Finca Villa Mercedes
Diciembre 31 de 2019
El cuadro es una Composición de Jacinta Molina

viernes, 27 de diciembre de 2019

Vapor del alma

















el sueño loco del cuerpo esteta
se cobijaba con viejos deseos
de  tierra virgen, sátiro planeta

soñando entre sensuales flores
que saludarían al sol de Zeus
con psicodelia de amantes colores

de alucinados cielos cruzados
por pájaros de estruendos musicales
buscando locos frutos encantados

se reparten las viandas inocentes
entre gritos de airadas guacharacas 
y hondos fagotes de agrestes cantantes

humo suave de alma en danza ambarina
sobre los reinos en estrecho abrazo 
rocas flores en sangre coralina

perforaban de diosas el regazo
y flotaban espumas irisadas
en lo más alto del monte Parnaso

morían sin más dioses y poesía
limpiaba la tierra el viejo pecado
bajo el seno puro de madre impía

ahora nacería el canto llano
en la voz de una niña cristalina
bendiciendo lo simple cuotidiano

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 27 de 2019

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Sin Dios y sin Ley: amor volátil



Era el monte única divinidad
arbitrario guía de mis andanzas
de mis aleatorias caminatas.
Colma mi alma un summum de felicidad
la eme de lo máximo inestable
sin atenuante número posible
pura cumbre embrujada de existencia,
360 grados de libre azar,
orden perfecto fuera de toda ley.

Lleno y disuelto a la vez
Completo y vacío en pura delicia,
sin menester alguno entre sus brazos
subía en vapores hasta sus labios
bajo resortes de feliz pericia
por el más delicioso de los besos
apenas roce incorpóreo
con su estrella lejana de incógnita 
natura abstracta en cálidos abrazos

Es el beso distante
sin compromiso ni cuerpo aparente
de íntima sexualidad vegetal
e instantánea unión asignificante.
Unión perfecta y dicha total
Beso onírico y el despertar siguiente
Como haber tocado una estrella:
enseguida se aleja esfíngea e inmutable,
pero deja fija su luz en mis ojos impertérritos.

Quedo herido para siempre.
No sientas pena por mi
tu corazón solo debía sentir por ti
y no pena
Nunca!
sino la más burbujeante felicidad
esas burbujas de locos sueños 
que siembran de volátiles cosquillas 
nuestros carnales labios

era el fin de la noche
el ocaso de las estrellas
el apagarse de sus labios
se mustiaba nuestra flor
en la espelunca
al contacto de nuevos pétalos de amanecer
habíamos alcanzado la cima de la nada
podíamos esperar  la rósea aurora
y reemprender la marcha

nos inundaba el lirismo de lo finito
y es que renacía sin tregua 
la obstinada juventud
de las cenizas del nícteo carbón,
al fondo de la decrepitud
alzaba vuelo invencible
el fénix del saber instante
el viejo tiempo, de joven corazón
con renovada piel de infante

retomaría la ruta del desierto

se sacudiría el polvo de los años
entre sílabas de una nueva lengua
capaz de todo sabor y sentido
alumbrado por crueles lamparillas
de inextinguible brillo de algún templo
volvería al amor con tiernos lazos
trazados en un celestial concierto
entonado so túnicas de diosas

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 25 de 2019

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Charla del mar





















Olas del mar, derrumbes,

uñas, pasos del mar,

arrolladas corrientes de animales deshechos,

pitazos en la niebla ronca

deciden los sonidos de la dulce aurora

despertando en el mar abandonado.
Pablo Neruda: Un día sobresale


Olas de corrientes frías y ardientes
sostenían su charla interminable
unas y otras montando tridentes
que del fondo lanzaban poseidones
a lo extenso de la mar implacable

enredaban y trenzaban sus deshechos 
cruzaban en enigmas plata y cieno
ambos polos en congeladas voces 
con carnívoros cantos de islas yermas
componían pasión de arena blanca

En odas de amor tornaban sus sones
innúmeras ondículas doradas
de móviles diamantes salpicadas
dormidas garras contra fondo fiero
picudas muestras de la noche en negro

estrujadas por el sueño universal,
en que dormía el piélago profundo
Las arreciaba ese rigor mineral
que llegaba con viento  vagabundo
fresca inspiración de ligeras brisas

exhaladas por las flores de las cimas
y el toque danzarín de tiernas hadas
nacidas en el beso de horizonte
que jugaban en noches alunadas
lanzadas por el milagroso monte

entre la charla de olas anodinas
Se bordaban de cristalinas nieves
cuando se robaban del coro la palabra
para tallar de ensueño bruscas lides,
el cotidiano affair del hosco abracadabra

Las olas rubias bordadas en diamantes
de múltiples brazos redomadas amantes
maquilladas de irisadas espumas
que acicalaban con lujosas plumas
el traje regio de errabunda esfera

decorada con tesoros y escorias 
dibujadas en la arena por primitivos magos
lo único seguro en arte del girar
nacer y morir juegan a cima y sima
que rimaba en ondas volcán de estragos

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 18 de 2019

Una calle de gran ciudad

















Iba en silencio
sin rumbo, ni dioses, ni tiempo 
por una de las calles de una gran ciudad
sucia y anónima
moderna y llena de muertos a la venta

iba y nunca quisiera regresar
lo admitía porque era tan sólo un camino de ida 
era un camino vacío
pura línea recta o casi
apenas una disculpa para salir del propio dominio

quizás ocurriera algún diferencial de divergencia
algún tramo repentino de amor casual
la calle el mundo el cosmos lineal 
podrían con todas las sorpresas
algún segmento de ternura sería infinito

no faltaría un buen motivo
con tal de abandonar en el erial
el propio cascarón solitario
no dejaría de brotar gracioso algún clavel
de interponerse algún árbol milenario

y aferrarse a él contra el viento
como helecho musgo liquen
o alguna orquídea nómade
que anunciara al fulgor primero
la gracia de algún nuevo día

una gota de sangre nunca faltaría
que llevara el tema de un nuevo pensamiento
o la sonrisa de una dama primorosa
dirigiendo las fugas gratuitas
de las bestias inocentes


José Guillermo Molina 
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 18 de 2019

martes, 17 de diciembre de 2019

Pistoleros del amor

















merecías todos los duelos 
los ríos de sangre, los mares del hielo 
desiertos de incógnitos animales

debían vengar los cielos tu ternura
estabas a cargo de estrellas mayores
vendrán del futuro tus vengadores

estabas a cargo del tiempo
mi niña preciosa
nadie más podría calibrar tu acento

mi corazón apenas se atrevía con tu rosa
del más hermoso futuro 
me llegaba tu pacífico perfil erótico

me imagino que puedan invadirme otros amores
pero todo es mentira en cada alborada
sólo tú prevaleces en lo oscuro del cielo

el capote de mi alma 
solo quiere ver florecer tu orquídea
esa preciosa flor más acá de toda calma

de lo más hondo de tu orquídea sacra 
me asalta tu poesía innata
que reclama de mi vida celeste cámara

pero ahora será la pugna prehistórica
la pelea por la hembra de los antiguos héroes
el gran duelo por la tierra del amor

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 17 de 2019

sábado, 7 de diciembre de 2019

Luna de hiel

Resultado de imagen para barca abandonada


Creía que iba a una luna de miel, pero no hubo luna y en lugar de miel hubo pura hiel, la insoportable relación. Incluso es preferible el odio que la amargura del desamor.
El odio y el amor son sentimientos parecidos, hermanos gemelos, entusiastas ambos, de un corazón encendido y apalancado. En cambio, el desamor es sombrío, aletargado, una especie de muerte sin descripción posible, como una muerte a espaldas de la muerte. Quizás sólo sea el amor como flor marchita, cuando se ha esfumado ya toda su belleza. Prueba es de que ningún amor es eterno, como no lo es ninguna flor, ni perdura ninguna belleza.
Pero sí es el amor lo más hermoso de la vida, aunque se marchite y desaparezca. Nos presenta la falacia de la eternidad con la fuerza de la mayor realidad: cuando estamos en brazos del amor, experimentamos con la mayor intensidad la apariencia de lo eterno, en el mismo momento en que comienza a marchitarse. Pobres mortales cuya felicidad es sentir lo que no pueden sostener. Alma Ilusa.
Lo que sentimos con mayor intensidad es lo que más pronto va a desaparecer. Nuestra mayor felicidad es lo que al desaparecer nos sumirá en la mayor desolación.
Tras ese mar desolado se encuentra anclada nuestra barca metafísica, la que nos lleva al viaje interior del alma desconocida, a ese ángel interior que nos lleva a orillas del universo, a las márgenes de nuestra incógnita esencia. Ese viaje es a bordo de la más frágil barca abandonada.

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 7 de 2019



sábado, 30 de noviembre de 2019

Sílfides de sal



















Me caminaban brazos de muelle mar
sinuosas sílfides de crema y bruma
y me ardían en su corazón de sal
envolviéndome en poemas de pluma

me llenaban de besos con su aliento
y los vientos escasos del desierto
atizaban Palmas de fuego lento
sembrando en la noche canción de huerto

Envuelto en suave brisa de manigua
se acunaba mi corazón de espuma
en mullidos senos de leche antigua
ebrio con su canto de gracia suma

Me guardaban en su sexo de cristal
experto en las tonadas del averno
y aprendía del gran reino vegetal
a combinar versos del arte eterno

Alzas y descensos por confines de azul
por siempre a cuestas de olas marinas
o de vaporosas nubes de oro y tul
palpitar por siempre en coros de harinas

Sumergidas en espirituoso éter 
con su aliento de volcanes vivos
sílfides azules de duramater
frotaban mi piel con fiebres de abismos

en medio de las Palmas tijeretas
que cortaban en perfectas rímas
los vientos de musicales retretas
que sacudian las sórdidas simas

buscaba su rostro de niebla en grutas
besaba su sexo en olvidados cielos 
y ardían mis labios en sed de vuelos
que me heredaban sus jugosas frutas

Allí construían nuevos poemas
febriles hijos de pájaros primigenios
Invitaban al mundo a dicha y quemas
al dulce meditar en silencio de esenios

silencio pardo del desierto en ocaso
Y hundían en la noche sus raíces 
de abstractos sueños con amor al paso
de astrales deas con sexos mirífices

sus espléndidas flores carnívoras
se tragaban con fruición mi loco ser
y fuera ya del rigor de locas horas
daba al amor mi corazón su quehacer

José Guillermo Molina
San Andres, Noviembre 26 de 2019
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Noviembre 29 y 30 de 2019