María diosa mía
Virgen divina
virgen estrella mía
llena de luz sibilina
la copa tierna de nuestra vida,
la escasa flor de nuestro día,
no repares en nuestro mustio atuendo,
sólo unge nuestro ansiosa espina.
Que desborden de felicidad
nuestros corazones
Y la esperanza remoce nuestras
pieles.
Nútrenos con tu leche sacra
Danos tu almeja mágica
guárdanos en tu cueva heráldica
enséñanos ecuaciones de milagros
que contra toda justicia
son de seguro inecuaciones
e iluminan nuestros cerebros
con incógnitas galaxias, futuros caminos
que nos entrenan en sexuales
peligros
y en azarosos viajes de infinito.
Enciende los volcanes del deseo,
agita en nuestro plexo vitales
chacras
que descifren de tu amor las
claves pulcras
escritas al fondo del más cruel
coliseo
Dame a libar tu pezón santo
Capaz de brindarnos con holgura
todas la frugal delicia y la
cordura
que maduran silentes bajo tu
manto
Y dotarnos con los opios del
olvido,
Las feéricas órbitas del contento
Que nos infunde tu etéreo aliento
Cuando pronuncia el verbo
prohibido
y nos llama en la noche al abrazo
que hace arder fogatas de libido.
Gracias por todos tus regalos
por tus frutas deliciosas
fresas y suaves melones
tus rosas y orquídeas
pornográficas
que llenan de alegría nuestras
vidas
nos sumen en pasión de terapia y dichas
tras de las cuales muy fácil nos resulta
disolvernos en rincones de la
nada
Madres, yo navego en torno de
vuestras
sustanciales presencias densas
¿Cómo despertar si vos no estáis?
¿Cómo retornar al flujo rústico
sin el sacro influjo de vuestras
cadenzas?
Si tan sólo niebla y sueño sois,
¿cómo volver al nudo de lo
práctico
y sacrificar la rutinaria andanza?
¿Cómo despertar si ahí no estáis,
descorriendo las cortinas del
nuevo amanecer?
La extraordinaria fuerza humana
Sólo se modula en la miel de tu
dulzura
Sin la mediación de tus sedosas
pieles
contra sí sería el hombre en su
locura
su soledad le daría cifra loca
sin posible ni sociable
compostura
pero inventada entre celestes
líquenes
hilos mágicos de la virginal toga
que cuidaba tus tesoros de la
meteoria
y los consagraba a amores y
pasiones
José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Diciembre 31 de 2019
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