Caían
en brillante espuma móvil
se
lanzaban las olas impacientes
apurando
sentido sus fallecentes
letras
de plata en un vivo perfil
perecían
en verso evanescente
tras
las musas de olvidadas playas
donde
vierte su sangre el Oceante
buscando
cuevas de celestes carullas
donde
habitaban esos dulces abrazos
que
conquistaban dioses para las ninfas
y
convertían las tardes en caricias
amparadas
en cristales de cerezos
horas
de gracia plena se iban sin prisas
dejando
huella de espumas virginales
borrándose
sobre archivos de las brisas
tras
los versos en las tintas divinales
versos
bomba en letras asustadizas
inflaban
de vacío esas playas
en
glifos ardientes de frescas hierbas
por
fortuna siempre advenedizas
ningún
sentido aceptaba estar allí
todos
llegaban como exilados
por
siempre impertinentes y sin sitio ahí
ocupando al
azar sitios olvidados
cansados
de tanto viento sin fin
soplando
de un solo lado, gran secreto
de
la mañana a la noche de abril
soplando
en azules de tenso vibbratto
suspiraban por una flor, alas de
colibrí
marcaban la tarde en parda noche abstracta
contra el canto eterno de esa ola
gris
hecha del agudo texto que a toda alma
bisecta
y en noche de luna en celo
se roba la grieta de plata
para pintar la risa del sueño
en noche de olas a los dioses grata
José Guillermo Molina Vélez
Cartagena, Tambo Marina
Marzo 29 de 2021