Luz de oro final
Cuando llegara el fin de mi tiempo Se precipitaría interminable tormenta
Por todo el mental universo
Por fuera de los bordes del sueño
minado por fantasmas de menta
que se extendían en planas de desiertos
silenciosos y murmurantes
quebrados por oasis repentinos
donde perfumaban flores delirantes
y libaban sus sueños los muertos
Y desbordaría la matriz del verso
Hacia infinita brecha que canta
Contra el abismo de vacío santo
Que se dibuja en líneas de cuerpo
capaces de danzantes ondas viento
diseñadas para cubrir los abismos
con los iris de dulce ninfa locura
regando sus bucles por vórtices de caosmos
entre hilos de oro y ríos de ternura
quemando ese hondo pozo de mutismos
Salud estrellas de la aurora
Por donde surca mi gran explosión
Por los confines de la mente pólvora
Con la fresca brisa de final silencio
barriendo ruta de antigua magna hora
Abandoné la pesadilla de flores diosas
Para celebrar con los pájaros
La danza cabeceo de las espigas
Entre el vaivén de silentes virtuosas
y sus scherzos vivos de solos montañeros
cuando empieza el día o la noche amiga,
esos trinos de oro en cascadas
hacían masajes al aire de luz y risa
o a los rizos de luna en crema de hadas
conducían a brumosos sueños de dicha
Cruzaba inerte el verde amante
En brazos de la madre ya disuelta
Hacia nido de luceros del instante
Que velaban delirante selva
Tras la nueva voz agonizante
José Guillermo Molina Vélez
San Pedro de los milagros, Franja Lunática
Abril 29 de 2021