Era una voz de cielo todo en trance
la que encendía esos musgos grises
que hacían agua en monte gallardo
a escondidas del día caluroso
le vestían pétalos y plumas
al gusto de caprichoso bardo
del mar subían hasta las cimas
tras rocío fresco de altas cumbres
buscando remanso las espumas
entre pliegues luz fluía dulce verso
componiendo mágico tabardo
con brillos rosa de nebuloso musgo
Hacia las crestas rosa del horizonte
Volaban las letras de diamante
buscando amores de fatal riesgo
Donde reunir en tierras lumbres
Sus fulgores de marinas trombas
Y transformar en celestes ruinas
Al son eterno de grillos bosque
Las volátiles cifras argentinas
Que grababa candente mar en sus combas
con los coros de las olas del estanque
que hablaban la lengua de las muchedumbres
ágil y etérea como vivas nieblas
José Guillermo Molina Vélez
San Pedro de los Milagros, La Franja Lunática
Abril 15 de 2021
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