De la negra Gamuza de la noche
desde las tiernas sombras
viene, mis ideas volviendo
escombros,
el tremendo recuerdo
volviéndose abrazo
y radiante rosa de
nuestros cuerpos-acecho
Volvía ella entre pétalos de
rosa, azahar y jazmín
iluminada tan sólo por su sexo
ardiente
su tierno corazón que besa y
muerde y devora
La única luz salía de su
inocente risa
y devolvía el tiempo a su
kernel de miel y luz sin fin
volvía a mi entre los
sueños la antigua diosa
de pasta valiente y perlada de
bienes
de allá surge toda el agua
dulce que forja mi canto
y lo puebla de musgos y
líquenes
en la fresca soledad que
enciende el rosa
Pues desparece toda ella por encanto
entre las alegres cortinas de embrujo
que tejía su amor incesante
su sed insaciable de tierno capullo
inmune al paso del tiempo-espanto
Pronto lo eterno de esa dicha
se volvía pasado y poema-olvido
se disolvía como el propio rostro arrogante
en esos umbrales de incierto camino
por donde se entraba al mundo de suelta ficha
piedra suelta y rodante de una dicha muy otra
condicionada al silencio y la soledad
de transcurrir por números increíbles
portadores netos de la pura beatitud
que en su paso impetuoso llevaba la Gran Potra
José Guillermo Molina Vélez
San Pedro de los Milagros, Finca Franja lunática
Julio 24 de 2021
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