viernes, 15 de octubre de 2021

Entre paraísos



la chispa fresca del dulce acaso

constelaba en su cielo de mármol solitario

sonreía en múltiples colores

de los cantores pájaros 

y las adorables flores

los cielos de adolescentes rubores 

de albas nereidas y faunos ocasos


el azar en fuegos advenedizos

construía los caminos 

dejando en todos lados

lotes de carnales hechizos

mapeando suaves desiertos

en róseos muslos juveniles

y profundos ojos de lejanos paraísos


allende prados, eriales y jardines

el alma perdía sus estribos

y, amante de los abismos,

se daba a danzas de confines

que hacían desmembrar sus hojas aladas

cuando entraban en acción sus nidos de hijas

que cubrían desde entonces cielos afines


batidos por sus alas potentes

este aire de perfumes indefinibles

invocaba límites reales

umbrales de falla y desdicha,

ciega falsía entre dicha y dicha

cuando cizallan alientos de genio

en la íntima estructura de las mentes


los caminos son calles del jardín

plácidas, untuosas, divergentes

flotando entre silencios alucinantes

olores de rosas, fresas y duraznos

danzaban en el aire más enibrante

paseando por campos de manzanos

con nardos a sus pies y lejos de todo confín


ese jardín de abstracta dicha

es puerta y camino de brumas y pérdida

hacia inmensos desiertos anónimos

donde la idea arbitraria anida

y se renace en miles de guarismos

de cenizas que guardan locos ánimos

de seres trance de cuya nada son la ficha


una vez en un camino de los antiguos reales,

cesaban los deseos de paraíso

se rehuían estaciones y jardines letales

y sólo se quería un aire de andante

de primitivas fugas en indiviso

por esas calles en onda maleante

que aparecen en sueños con arrabales


José Guillermo Molina Vélez

San Pedro de los Milagros, Finca Franja Lunática

Octubre 15 de 2021

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