Nadie habla conmigo
vivo -si acaso, ¡A mucho honor y dicha!-
en una ranura del cuerpo lleno,
alimentando el vacío con los flujos cuasi nada
que plantean mis atmósferas enrarecidas
al enrutarse por redes de nervioso drenaje
provistas de flores y frutas y fieras imprevistas
dibujados en pieles de mares y desiertos
el cuerpo lleno de abstractas joyas
se ufanaba de sus grietas amplias
en risa plena llena de soles en cosecha
frente al continuo devenir de océanos y ríos
que persistía en camuflada flecha
a través de islas y ásperos roquedales
empujando por doquier los dardos astrales
henchidos de inveterados, anónimos voceríos
todo estaba lleno
de luces y de sueños y cenizas
el vacío era sólo un viento vago
paso continuo de gran sereno
entre los grandes lotes de trizas
flotando en creación perpetua
un solo ser en perpetua fuga
obsesión abstracta que en duramater perdura
José Molina
Franja Lunática
Noviembre 30 de 2022
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