estrellas mías en ebria danza,
danzas de historias sin glifos ni verbos,
de archivadas prehistorias de la alianza
de aleatorias y armónicas líneas
trazas de hidrógeno e ignoto helio
sensualidad e inextinguible chanza,
explosión de indignada estrella
y atracción en concéntrico abrazo,
sórdido amor del mismo selfio
simpatía en ciclos y estrellas
extasiados bucles de infinito,
en mágica luz de cerebro hueco
siguiendo la huella galáxica
quizás de prehistórico Van Gogh,
entre ocasos y amaneceres
de gran loco en amarillo
entre sus paletas de agonía
y fiebre en máxima alegría
de su inmensa mente en solares diurnas
sumo ardor que sus febriles óleos
vivían en sutiles tiempos de rembranza,
sugestión Proustiana de recobranza
en ese paraíso de inexistentes molestias
el gran cielo de mentales esencias
do vivían idos soles vangohianos
y habitaban recién nacidas las esencias
donde todo se acordaba en sol y fabulosa crema
y sucumbía o florecía en aguas astucias
entre graciosos juncos pasos
en verdad insensibles linguales cambios
llevaban el hilo de corriente,
pero flujo de eternos abrazos,
variación perpetua en ditirambos
de onda endeble y perenne
en suave curva de una danza dionisíaca
que iniciaba entre sonrojados rubores
su noche pinta en ternura de ocasos
en la Estigia de nemorosos navales sueños
danzarían siempre y fluctuarían
aquellas estrellas mías,
entre sus noctuarias y medusas
de espléndidos pasteles
y brillos en la obscura
como les enseñó el gran Pintor
lejos de academias y Parnasos
donde germinan en indemne
pernicia toda suerte de malvados
de los que cuaja y vinagra el fastidio
de mundanos bullosoos días
lejos de todos los circos
de políticos custodiados de mercenarios
allí danzaban con gracia suma
las astrales danzarinas
con sus tules de anárquicos oros
en ecos de increibles remembranzas y dulzuras
se complacían las musas mías
vueltas de repente estrellas maduras
danzando cada una en su modo obscuro
pero todas en armonía de loca esfera
de sueño impune entre amorfas espesuras
simulando ante lunas impías
universos en claras locuras
vueltos perfección en extrañas geometrías
mientras volvía en mis sueños la aurora
y cuajaba en algún róseo Vesubio
mi concha calcinada endurecida
de bestia ya triunfadora del futuro
aprendiendo a desaparecer
entre nieblas y humo que en muerte carburo
entre sombras y vacíos del venturoso universo
con sus átomos todos aireados de refinados vacíos
y sus notas todas llenas de silencio
ese fabuloso elixir que traza con rosas de alba
toda la entraña cero de gran música viva
ese aire en devenir de azules y rosas
trás el negro de los sueños más higiénicos ,
aunque aterido en el frío nordeste,
llenaba de filosóficos jeroglíficos
mis tímidas carreras trás las diosas
por cubrir con mis glotones besos
la ternura de sus pieles niñas
trás sus vaporosas y danzantes albas
cubiertas en espuma de coquetas risas
convertidas en arte de astral suerte