lunes, 13 de marzo de 2023

A despecho de mi Padre



vivo a despecho de mi padre

mi arriero del desierto

que sin derecho alguno 

se convirtió en verdugo y sanguijuela

típico ejemplar del machismo

que seguía imperando a fines del siglo 20:

la facha de voz gruesa en pregón de ley

y juez supremo cabalgando dorsal espina

 

por sobre empinadas duras montañas

con gran tono de desueto edicto 

encajonado entre grietas antioqueñas

desde tronos de mutante arena

púlpitos de imaginario mármol

para emitir el gran mandato

que con estruendo de siglos

caería entre risas de verdes praderas,

hechas líquenes y añicos 

las mosaicas leyes milenarias

entre el suave rocio en picos 

de irisados sueños en amaneceres 

e inolvidables obras en el ocaso

 

yo era su chico útil

su fuerza neta, 

total e idiota

que semanal silente

usaba para sacar en limpio

la comida del hogar ausente

que se cuajaba en anónimos Pedreros 

de públicas galerías en alivio

de familiar angustia interina      

 

yo, el Octavo más desprotegido, 

respondía por la sangre y la vida actual

en legumbres y proteínas

de mis mayores hermanos,

más llenos todos de vitaminas

aunque pura lepra de la vida

pues nunca fueron cosas buenas

ni echaron a la mar de nieblas

red alguna que jugara al azar  

y ofreciera algo a los espacios

les diera algo que pensar

a los incansables testigos del tiempo     

 

Yo le atraía oleadas de gracia 

en lluvias del desértico maná

visitando sin tregua sus canastas.

Yo le ayudaba en su treta rancia

bultos de comida fresca y viva

arrancábamos de El Pedrero

con el mercado de enorme prole,

toda ésta concebida en inconsciente,

bajo días de pávidos sueños

que le revestían de insensibles callos

y de incógnitos atuendos 

para escapar las fiebres de la mente

de brumas en prehistóricos Hades 

envueltos en viejos paños

de pasados siglos lanares

 

Y sumando su noria resumando

en crestas de blanca ignorancia

compareciendo a la mesa en mole

en horas NECESARIAS del mezquino 

rebaño que hambriento le esperaba

tarde a tarde en agresiva arena

con cara de "El mercado o la vida" 

                          

eso decía cada par de ojos anhelantes

que veían indiferentes

entrar las viandas de la futura semana

cada viernes o sábado 

de familiares calendarios:

eran los otros hermanos de cama

que nunca ponían el hombro ni los denarios

para conseguir el mercado

pero sí sus dientes y fogosas lenguas

para moler regaladas fiestas

y renegar de sus bondades incorporadas

con crueldad de ignorantes cotorras

 

San Pedro de los Milagros y la Soledad
Finca Franja Lunática
Abril 25 de 2023


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