Solo los grillos modulaban mi nombre en miles de variaciones Joseph, Yussuf, Yusu, Jesu, Usar, Usargot, Us, Usia, Usón El solitón
Y el gemido del aire limpio aprobaba estridente delatando el vasto silencio
Y al fondo del volcán,
con su uniforme ritmo,
del peregrino corazón el gran peán
paso a paso jugaba su tambor
el inefable onto-algoritmo
que tornaba su carne-tiempo en son
y su disonante cantar en sismo,
su divertimento escaso,
en gritos-trueno del hondo abismo
experto en las tormentas de colosal abrazo,
sutil arpegio y etéreo delirio
saltaba en chispa del fantástico topetazo
tanto en el aire seco de martirio
como aterido entre el acuoso elemento
debía filtrar el vino del festejo agrio
rodaba su ciclón el canto-tormento
en ese piélago de metálico master
donde crujían acordes en fragmento
ensayando números de abisal desaster
que agrietaban las más sólidas formaletas
y activaban musicales harinas en cluster
cantaba con potente voz de profeta
notas claras de sutil aurora
tejidas con frescas sílabas de analfabeta
que fluían en gotas cantoras
de fréseos pezones cráter
desde rozagante matinal señora
regalo mismo en pulpa de celestial éter
al fondo del encarnado volcán,
donde primitivo magma molía su duramater
con las rocas vivas del gran elan
volcaba en brillos la gracia del sol,
ponía en marcha su único plan:
Hundido entre su caracol,
urdía tierno nido de alma,
límite divino entre baba y meteor
umbral mismo de enorme calma
captaba de los vientos cabalístico clamor
para convertir el tiempo en himno y poema
hecho éxtasis su hambre de amor
volvía la sangre rosada piel de virgen
y tornaba en dulce néctar global dolor
diamantinas lágrimas los prados ungen,
curando el filoteosófico ardor de leñas
que desparraman alas de fuego del gran ángel:
fluyente canto entre rudas señas,
en medio del gran clangor de sedas furia
que armaban en gran fiesta las olas niñas
en pos de sus amadas playas de lujuria
donde corearían sus quedos murmullos
sobre las brillantes páginas de arena espuria
danzantes sirenas en inocentes arrullos
escapando el silencioso fondo
tras las gozosas arenas en murmullos
les traen juvenil dolor de amante profundo
su ardiente beso enmudece sus bocas
y consagra su gesto rubicundo
desde su dura margen de roca,
del solitario corazón surge el canto,
mientras pétalos de gracia invoca
de la musa eterna el bel encanto
florece anónimo en la arena dantesca
generando a prima vista gran espanto
llega el dulce canto en la llovizna fresca
y calman los febriles sueños sus pavuras
de nocturnos fantasmas en tinta goyesca
bucólico lamento cubre las llanuras
y acompaña el reverbero de gentiles llamas
que alientan del poema las premuras
y las tiernas flores velan cáscaras de almas
qu brotan abundantes las tierras bruscas
en los sismos secretos de las noches calmas
brotan y rebrotan santas tierras Muiscas
en máquina abstracta de poemas
que plantean en celestes lenguas claves toscas
es la cantata solitaria en sus campanas
cerrada sobre sí misma en caracol de cifras
que oscilan febriles entre el pétalo y las llamas
José Guillermo Molina
Rionegro, Diciembre 14 de 2018
Franja Lunática - San Pedro de los Milagros, Octubre 22-26 de 2023
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