la dicha es un coctail
de penas gozos y exóticos condimentos
agridulces aromáticos y picantes licores
recogidos de sagrados montes nacimientos
el primer día de tropical primavera
cuando apuntaban apenas los pimientos
y hacían fiesta las más alegres flores
cantando frescos poemas inéditos
en blancos lilas rojos y sonoros rosas
ampollados de dulces besos de quimera
entre nieblas de rocíos matinales
salidas de los sueños de vírgenes salvajes
envueltos en perfumes exquisitos
y tersas pieles en sedas montañeras
que celebraban mañanas sin historia
nacidas en los sueños de almas simples
las almas se calaban en tierna delicia
a través de tibios jugos de lágrimas
que surtían en geyser de algun pecho nirvana
profesional de la más alta ciencia
que mantuviera fresca y en vivas luces
la llama perenne de pensantes ánimas
entonadas en himnos del algébrico gozo
que se afilaba con sus rasgos cruces
entre desnudas rocas y frágiles arenas
de móviles suelos en forzuda metabolia
que mezclaba en olas y corrientes
los hilos candentes de la alegre heredad
construyendo universo con fracciones de olvido
pues estábamos aquí para disfrutar
del gran paraíso que encontramos al llegar:
era sólo el hecho simple de existir.
Disfrutar la vida y frugal ascesis
era sólo aprender a ser en fluido tiempo
mas no el adosado al flujo bárbaro
y a estar esfíngeo en espacio fijo,
a compartir en suma con viajeros eternos;
captar la gran sensación de durar
que traía ocupados desde siempre
a los átomos originales de primaria matesis
que tenían las riendas del universo
al que intruía la mente por sueños conceptos
fraguados en volcanes inversos
desde el cero y sus grupos neutros
que gobernaban sapiente devenir del homo-historia.
y salia cantando en gran jolgorio
los sacros himnos vacuos de realeza
saturados de clanes y dispares tribus
antípodas de caníbales y civiles
sólo llenos de aire al infinito pairo
entre el zero y la plenitud del gran grimorio
y la tormenta abierta entre animales olas
en que se apiñaban cepos de vida y guerra
entre siglos y siglos de flores y maleza
venían a ocupar el Coro de la historia
salían al rescate de todas las nadas
se turnaban en olvidos los tiempos de Amar
y sucumbía en ocre noche de destierros
solo dunas ásperas, de anacoreta
coros de pétalos ardidos por heladas brisas
y castillos de arena experta en derrumbes
ocres y resecas rosas en cenizas
jardines amantes de flores y musgos
que volaban encima de perennes desiertos
invocados por nirvánica prez de geogozos
atrapados en pieles de amorfo planetoide
que cobijaba tragedias y venturas
entre sus vivos milenarios sedimentos
tamizados por sintaxis humanoide
autora de ciencias y extáticas figuras
José del Viento
Franja Lunática
Abril 21 de 2024
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