sábado, 20 de julio de 2024

gozo intimo icor de divina gracia






un gozo inexplicable de imparable dicha

fluía como candente lava en crecida

poniendo brillos y etéreas ondas

en los atómicos riscos de su marcha

su tapiz flotante que traía de amanecida

cual tabardo de bohemio en noches corsarias

floreado de diamantes y abstractos minerales

de que lo aviaron estrellas milenarias

maestras de añeja poesía de volcanes

cuajada en calles de soledades hondas   


agatas onices hornblendas y estalactitas, 

cuajados en repentinas metabolias

entre lácteas nieblas del monte alto 

señoreadas en sueños de firmes cristales

bajo ecuaciones de dudoso exacto

cruzaban en fríos silencios nocturnales

las cimas sagradas de las nieves


las hojas de la arboleda se vestían del oro final

la tarde entera se soliviaba en vahos

y flotaba en intensos amarillos 

la floresta se rezaba en dorado caluroso

la fabulosa somnolencia reía a cielo abierto


las islas fantásticas de arena blanca 

y fiesta de ninfas transparentes

avivando fogatas de llamas naranjadas

donde solo soplan músicas fuera de rango

en las que danzan sus pies de seda

al son de flotantes y estremecedoras

notas vivas de carne y símbolo

que al correr del tiempo amarraban en greda


al cielo torpedean sus dedos de picaflor

en singulares rondas de exóticas funciones 

hechas de elegantes notas 

compuestas en oleadas de colores

entre el clamor asolador de la orquesta

allí nacía el agua fresca 

que daría su pan a la vida

y danza a sus ninfas de róseos ardores


jose del viento
franja lunática
julio 20 de 2024

sábado, 6 de julio de 2024

totems y arreboles


 


Escritura en arreboles

 

Larga procesión de animales oscuros 

se arrojaba al abismo allende horizonte

en constante sacrificio a vacuo monte

tras la franja confín en naranjas, rosas y oros 

 

Desde sus cuerpos opacos de tormentosas nubes

se arrojaban jubilosos a la luz de sol que dura

dejando esa huella de sangre oscura 

en que enlutecía la tarde a sus querubes

 

preparando la nueva sesión de sueños prehistóricos

que incoaba las sorpresas de la noche entrante  

por seguir al maestro sol poniente,

por seguir al sol en sus ardores ónticos,

 

tras la linde en irisados hilos de extravío

cada día ajuaraban un escenario

disponían nuevo templo en ubicuo navío

para mostrar el mismo relicario

del sol ardiendo en vivo sin posible frío

en el centro del gran nudo imaginario

do refulgían blasones de piratas

y se empecinaban en animadas fiestas

los aquilinos ojos de los ciclones

 

El espectáculo era siempre el mismo:

colosal caída del singular convoy

al otro lado del ocaso en cataratas,

en acuarelas de hidráulicos matices

hasta el insondable abismo

que se tatuaba en mágicos tapices

ornando los viajes de la luz y las cantatas.


Flotaban esporas en tornasol

de los monstruos legendarios

que se habían lanzado al seol

desde los bordes de la historia en hoy

sin importarles el tiempo ni las hebras del ser,

solo celebrando el paso inmóvil del Sol

hacia un nuevo día de lejano augurio


ahora se marcaba sin tinta el regreso

a las sombras y el caos ajenos

de la noche oscura por siempre íntima

que se adentra con vulcánicos barrenos

en metálicos mares incógnitos del alma

donde se precipitaban sus nebulosas 

en alas gigantescas por el ocaso 

orquestados por sinfonías de silencio                                     

que guardaban entre nieblas de calma

los panteones cerebrales de los ancestros 


flotaban en diamantinas aleluyas

y somnolientas sombras purpurinas 

contra el gel dorado de la tarde

que evocaba en eterno éxtasis

los sueños en feérica suspensión 

de todos los genios libres

cantando en diferenciales coros sus batallas

desde escaños de cristal en  ebrio alarde

sobre la mole vertical de vinosa cornubiana 

se grababa su saga-mundo en nichos perennes


su gran conjunción

de ubicuo eter

expresaba en presente sempiterno 

la identidad de todo lo existente

en el delicioso ocaso del Ser

cuando la gamuza de la noche inminente

libaba en carbón de sueños

finales gotas de lumínicas harinas


la amante noche

entronizaba fiestas

de tiernas flores danzarinas 

   entre endrinos pétalos de raso

y canoras aves invitando al canto véspero

que en sones de inauditas alabanzas

emanan melífluas dánaes   

   con  milagrosas voces de soprano,


   las jóvenes flores bailarinas 

   y las canoras aves en vesperal canto 

   invitaban en trinos de aleluyas

   a que manaran su oda mística

   las divinales sopranos del lucero

   entrenadas en la celeste música

que sin cesar improvisaban las estrellas

y por do habría de orbitar la musa lírica 


los totems de nubarrones ya idos 

estallaban en colosales risas 

trás los abismos en rojo y negro

que entre universales cenizas

y ancestrales perlas y plumas de teatro 

decoraban sus solemnes escenarios

por do apuraban en volcanes petro

los gratos seres por siempre perdidos

apurando azumbres de historias calizas

destiladas del magma en ocultos santuarios


jose del viento
franja lunática-sanpedro
julio 6 2024