Escritura en arreboles
Larga procesión de animales oscuros
se arrojaba al abismo allende horizonte
en constante sacrificio a vacuo monte
tras la franja confín en naranjas, rosas y oros
Desde sus cuerpos opacos de tormentosas nubes
se arrojaban jubilosos a la luz de sol que dura
dejando esa huella de sangre oscura
en que enlutecía la tarde a sus querubes
preparando la nueva sesión de sueños prehistóricos
que incoaba las sorpresas de la noche entrante
por seguir al maestro sol poniente,
por seguir al sol en sus ardores ónticos,
tras la linde en irisados hilos de extravío
cada día ajuaraban un escenario
disponían nuevo templo en ubicuo navío
para mostrar el mismo relicario
del sol ardiendo en vivo sin posible frío
en el centro del gran nudo imaginario
do refulgían blasones de piratas
y se empecinaban en animadas fiestas
los aquilinos ojos de los ciclones
El espectáculo era siempre el mismo:
colosal caída del singular convoy
al otro lado del ocaso en cataratas,
en acuarelas de hidráulicos matices
hasta el insondable abismo
que se tatuaba en mágicos tapices
ornando los viajes de la luz y las cantatas.
Flotaban esporas en tornasol
de los monstruos legendarios
que se habían lanzado al seol
desde los bordes de la historia en hoy
sin importarles el tiempo ni las hebras del ser,
solo celebrando el paso inmóvil del Sol
hacia un nuevo día de lejano augurio
ahora se marcaba sin tinta el regreso
a las sombras y el caos ajenos
de la noche oscura por siempre íntima
que se adentra con vulcánicos barrenos
en metálicos mares incógnitos del alma
donde se precipitaban sus nebulosas
en alas gigantescas por el ocaso
orquestados por sinfonías de silencio
que guardaban entre nieblas de calma
los panteones cerebrales de los ancestros
flotaban en diamantinas aleluyas
y somnolientas sombras purpurinas
contra el gel dorado de la tarde
que evocaba en eterno éxtasis
los sueños en feérica suspensión
de todos los genios libres
cantando en diferenciales coros sus batallas
desde escaños de cristal en ebrio alarde
sobre la mole vertical de vinosa cornubiana
se grababa su saga-mundo en nichos perennes
su gran conjunción
de ubicuo eter
expresaba en presente sempiterno
la identidad de todo lo existente
en el delicioso ocaso del Ser
cuando la gamuza de la noche inminente
libaba en carbón de sueños
finales gotas de lumínicas harinas
la amante noche
entronizaba fiestas
de tiernas flores danzarinas
entre endrinos pétalos de raso
y canoras aves invitando al canto véspero
que en sones de inauditas alabanzas
emanan melífluas dánaes
con milagrosas voces de soprano,
las jóvenes flores bailarinas
y las canoras aves en vesperal canto
invitaban en trinos de aleluyas
a que manaran su oda mística
las divinales sopranos del lucero
entrenadas en la celeste música
que sin cesar improvisaban las estrellas
y por do habría de orbitar la musa lírica
los totems de nubarrones ya idos
estallaban en colosales risas
trás los abismos en rojo y negro
que entre universales cenizas
y ancestrales perlas y plumas de teatro
decoraban sus solemnes escenarios
por do apuraban en volcanes petro
los gratos seres por siempre perdidos
apurando azumbres de historias calizas
destiladas del magma en ocultos santuarios
jose del viento
franja lunática-sanpedro
julio 6 2024