ellos los feroces truenos
hacían de coro a mi muda soledad
y mil voces espoleaban mi humanidad
entre seca escoria de sueños ajenos
quizás llegara muerte gratis
o en vida de chicos sin frenos
regresara risa versátil
hundiendo en mis versos sus recios caninos
rugían burlaban reían
por sobre las sombras de mis ruinas
y nimios sueños en harinas
en toda crueldad instruían
su risa de niña traviesa
cual luna entre nubes de nácar
embriaga mis sueños de fresa
y en sus muslos brasa ansío anclar
mi difusa barca por su piel divaga
océano opalino de amantes ondas
que a mis sueños aprisiona con su saga
su interna cántiga de pasiones hondas
su demanda biológica de erotismo
ataba el potro de mi alma a sus colmillos
y de mi musa sólo quedaban grillos
cantando con nícteo vigor de organismo
la oculta fuerza del orgasmo
presidía tiempo aciago de tormenta
y colaba en meteoros red sangrienta
capaz de perpetuo entusiasmo
tumultuosa piel surcaban mis corsarios
amarrados por sus brazos amatorios
surtía de sus labios el treno altivo
que perdía de sus metas al argivo
canto primario de sirenas
dirigía neto viaje de leyenda
y con ayuda del más sutil mecenas
al espacio del viaje hacían su ofrenda
cerebral viaje henchido del oxígeno
que consumen los feraces relámpagos
en el centro de la noche sin barquero
que conducía a la cueva de los magos
Con el permiso de William Turner, forjador de Tormentas
José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Septiembre 19 de 2019
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