hoy disfrutaba de no ser el de siempre:
lágrimas de abundancia en precipicio,
rosarios y cristales enjoyando el universo.
Creía que eran de carencia, llanto de necio;
pero era un río caudaloso e hirviente
el que rugía en mis venas su scherzo
y gritaba melodías por todos mis átomos enternecidos
era el flujo de la gran potencia alada
el que me lanzaba a vagar entre las estrellas
y derribaba todas las barreras que creía eternas,
llenaba de flores melódicas
la ruta de nuestra encendida fuga
era un volcán de notas alucinadas y llenas de sabores
el que nos lanzaba al dichoso abismo
a vagar por las calles del mundo eterno
que se llenaba con la felicidad de nuestra sangre
y cobraba los colores de espantadas psicodélicas
de nuestro vagar musical
sin rumbo ni destino
sin prisa solo vuelo
en el más dulce de los sueños
no había por qué retornar
bastaba escasa luz para dar el próximo paso
con seguridad habría aventura
y quebrar al yo de siempre
me señalaría rutas desconocidas
alumbradas quizás por la Cruz del Sur
y su guardiana eterna Alfa del Centauro.
El oscuro cielo se teñía de leche lunática
manada de los senos benditos
de la virgen de Fátima
el paso no lo daban pies ni gritos
sino los anhelos de almas en sueños
almas refulgentes de estrellas sufrientes
que narran sus vidas en mitos
una cruz por siempre anima
sosteniendo al universo desde el sur
con sus 4 mártires eternas
alfa beta gama y delta Crucis
con sus policromos brillos
en las cuatro líneas cardinales
y su potente leche azul
revienta moles de granito
y las pone a gravitar en bemoles,
armónicas luces de aerolito
orando entre campanas y voces
inspiradas musas de la noche
en nieve y frío ventarrón
al azar en letabundia
la gran Órbita sin masa nucleón
presencia de la diosa madre
de la oscura escarcha en derroche
José Molina
Franja lunática
13 de Mayo de 2022
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