sábado, 27 de agosto de 2022

Cueva de vino

 


 


Había allí un agente, oficial de hoja en blanco,

plantado en gran reposo,

al fondo en roble y oro

de un acuífero profundo,

gran fuente original de vino sacro,

rodeada de rosas perfumadas 

de lirios del valle y orquídeas de barranco.

Estaba listo a recibir la gran escarapela

el distintivo extramundo de las hadas:

Cada gota en su canto hondo 

con bullente sangre en vela

y al flote de los dioses con alma en alborozo.


el fondo del ebrio cósmico pozo

guardaba el mágico vino de aéreas mentes


Gotas con todos los iris de las joyas 

Caían ardiendo al fondo del gran tonel 

Llegaban para la gran fiesta de estrellas 

Que esperaban su sabor a solares uvas

entre risas y danzas a granel

ya entregadas al deliquio de las diosas 

Leyendo los poemas grabados en dulzuras

versos de néctar en pétalos de rosas

Con tiempos que convulsionaban sin reglas

temblando de cielos, mundos y musas 

Cantando con potencias de americanas junglas

Las fiebres de tribus en ígneas semifusas


las nuevas estrellas de la antigua polvareda

se embriagaban con los sabores del viejo sol


Fresca pompa del puro amanecer 

y bohemia radiante de estelar rocío, 

testigo de la noche y la universal deriva

ante el ojo insomne del vacío:

eran las fiestas descomunales

a que asistían los amantes en luz y nube,

en fuga pronta por antiguos prados,

mientras en la sima sucumbían las ciudades

con los oficios habituales de condenados 

que van y vienen por inéditas olas del Leteo.


danzaban las cruces de los matinales brillos

por las libres sabanas de los prados de amor


Circulación mágica por praderas mentales

Se instalaba en paralelo resonante

sobre el círculo de enajenados de van Gogh 

Contra el fondo en húmeda prisión perpetua

recorriendo en eterno sueño de apagado sol

los círculos metafísicos del Dante, 

En las  brumosas lagunas infernales:

Eran los círculos en perfectos acordes

De Pitágoras, Euclides y Arquímedes

Navegando por los mares abstractos 

Do coronaban de gloria a las Islas Solitarias 

retomando en cánones antiguos cantos


Y cuyas playas decoraban lotos y Caracoles 

Y pródigas frutas de las selvas baratarias


En las tardes se recogía y maduraba 

vino solar de pura alegría

que iría en directo a nutrir de savia

e iluminar las fibras legendarias

con el polvo volátil de fugaces poemas:

era el vino de la gracia danzarina

que infundiría azar y sentido

a los pedazos de lengua, 

concreciones y nudos de noemas

en mares de voces en habla y memoria,

cuyos pentagramas en alargadas olas

encarnaban la música del agua


Al amaño de chismes en voces sueltas 

Y sordas a todo amago de concepto


océano de menudas melodías

ardía en Schubert, en Dvorak y en Brahms

sosteniendo en danza el musgo liviano 

que guardaría en islas secretas

los jugos de espirituosas llamas

las frases más dulces de astral galimatías

con que se guarda oculta la ruta de corsario

en que singla nebuloso su brick pirata

entre páginas de historia y de vida

de sueños y lejanas fantasías 

y la dicha cierta del aire golosina

jugando en el monte con delicadas briznas


dulce vibraba el mutante viento 

en las alas invisibles de los colibríes  


La dicha de invitar a las flores a la danza

encendiendo la brasa de los días

en la cueva nocturna de su gamuza,

donde se guardaba en exóticas tomas

el más potente brebaje de musical jungla,

    -néctar de vitales hilos 

     llevando fondo y mareas-,

la entonaban las notas más sortílegas

que llevaban el concierto según regla

en esferas de más altas energías

arrastrando con etérea fuerza

el danzarín cuerpo del vino en su cava


la sangre ebria al fondo del pozo

mentes atentas al aire de diosas


el gran vuelo del vino 

pintaba su cielo de luces y risas


José Guillermo Molina Vélez

Finca Franja Lunática

Agosto 27 de 2022


domingo, 7 de agosto de 2022

Depósito sacro de toda gota de vino antiguo




Había allí un agente, oficial de hoja en blanco

plantado en gran reposo 

al fondo de arcillas y oro

de un acuífero profundo gran fuente original 

rodeada de rosas perfumadas 

de lirios y ardientes tulipanes

listo a recibir la gran escarapela

el distintivo extramundo de las hadas

que se mantiene en lo bajo con la sangre en vela

y al flote de los dioses con el alma en flor.


Fresca pompa del puro amanecer 

y bohemia radiante de estelar rocío, 

testigo de la noche y la universal deriva

ante el ojo insomne del vacío:

eran las fiestas descomunales

a que asistían los amantes en luz y nube,

en fuga pronta por antiguos prados,

mientras en la sima sucumbían las ciudades

con los oficios habituales de condenados 

que van y vienen por inéditas olas del Leteo.


En las tardes se recogía y maduraba 

vino solar de pura alegría

que iría en directo a nutrir de savia

e iluminar las fibras legendarias

con el polvo volátil de fugaces poemas:

era el vino de la gracia danzarina

que infundiría azar y sentido

a los pedazos de lengua, 

concreciones y nudos de noemas

en mares de voces en habla y memoria


océano de menudas melodías

ardía en Schubert, en Dvorak y en Brahms

sosteniendo el musgo liviano 

que guardaría en islas secretas

los jugos de espirituosas llamas

y a las flores invitaban a la danza

encendiendo la brasa de los días

en la cueva nocturna de su gamuza

donde se guardaba en exóticas tomas

el más potente brebaje de musical jungla


José Guillermo Molina Vélez

Finca Franja Lunática

Agosto 7 de 2022