martes, 27 de diciembre de 2022

Verano Colombiano

 



Gotas ya no caían:

sus letárgicos conciertos 

habían enmudecido sus lenguas

Era el verano, de callados perfumes

Brillaban las flores nuevas,

las hijas de los desiertos

que gustaban llenarnos de serenatas


Hijas de las últimas aguas,

Del gris y del invierno,

forjando húmedas bravatas

Músicas perennes de escorrentías,

coros de gotas cantarinas que lavan

y demuelen las más nubiles capas 

o los coros profundos de antiguas aguadas

 

Los vecinos todos reían

Llenaba el sol los corazones.

Y llegaba su luz sinigual

hasta los más oscuros rincones;

removía en risa y alegrías

a las almas pegadas en nieblas y en tristezas

torcía empecinados en alertas al azar

 

las nubes luminosas y festivas

corrían en graciosas hordas salvajes

a veces a lenta marcha

y en otras a toda vela

hasta la niebla en paso franco o tumultuario

se cumulaban en selvas de fieras fauces abiertas

fabulosos animales en crepusculares gestas

 

en tanto, sin negras nubes tronantes,

 se iban disolviendo en nacaradas

y veraniegas brumas

sus feroces actitudes

cual debieran diluirse en aéreas dichas

todos los temores, tumores y acritudes

que nos fueron inculcando los inviernos.


José Molina
Franja Lunática
27-12-22

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