lunes, 12 de agosto de 2024

flores a vientos dispares




esas flores niñas de colgantes espigas

temblaban en las manos de ancianas brisas 

sin entender crujían con polares ventiscas 

o las estremecían las marejadas oceánicas

o se quemaban con gritos y hondos gemidos

de las solitarias arenas en fugas milenarias

entre feroces llamas en cristalinas agujas

de los salvajes simunes Sahareños

o se dormían a las tiernas caricias 

de edénicos jardines en lunares baños 


temblaban las frescas flores

en sus ramajes danzarines

entre los nervios salvajes en cristal

las redes neurales de los vientos mixtos

de las históricas páginas del viento libro 

donde se grababa toda experiencia

con orgánicas letras automáticas


volcanes de soplos en diáspora

formaban joyosos núcleos de nuevas palabras

que avanzaban asolando los viejos sentidos mercantiles

los falsos oropeles que las habían arruinado

las hojas dispares del libro atmósfera.

Con crueldad azotaban en toda dirección

a toda hoja flor y pimpollo hijo del aire

con sus ebarnecidas leyendas-creación

en feéricos grafos de oro-fuego en delirio

grabados en mágicas cavernas cerebrales


cada nuevo brote de vida 

era sorprendido por infamias y paraísos

que narraban a gritos o susurros

esos vientos hijos de montes y mares bravíos

que movían huellas de tiempo

en oleajes de ida y vuelta

y olas en polifónicos corales

en trenzas moevius de realidad y fantasía 


compilaban a doble faz la historia universal

registrando al pasar con sus pieles sensitivas

mientras guardaban obligadas copias sus capas-lapas  

poniendo en biblioteca huellas cautivas

de mundos robados al paso pirata

cuadernadas por los vientos en sensibles mapas,

rozados en furtivos amores foliares

por fieras corrientes que ponían todo afuera


mientras recorrían infinito vacío astral

que arrojaban en poemas estelares

los inmortales cerebros de ácidos escritos 

desde los remotos desiertos de la noche

donde se jugaba el destino del flujo-fuga

que emprenderían los lotes de tiempo

para recuperar en el delirio

los antiguos tiempos perdidos


jose del viento
agosto-septiembre de 2024

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