Debía estar muy lejos
cuando susurraba a mi almejita
las gotas de rocío celeste
que brotaba mi alma solitaria
Su amor debía ser tan bello
como la flor de solo un día
pero por siempre ardería
en la fosa cavernaria
de mi corazón en sílabas amantes
hecho mar en perpetua porfía
de anciana tormenta planetaria
en ese mar de insaciable quiebre
crecía con sus besos mi deleite
y se hundía en los abismos mi tormento
José Guillermo Molina
aspirado por su orquídea amorosa
Medellín, El Corazón
Junio 4 de 2018
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