miércoles, 23 de octubre de 2019
Un día no volví a verlo y reinó ella
Me había llegado el fin del éxtasis
se había ocultado la luz dorada
que sostenía mi alma en la apoteosis;
ya mi alegría saldría de la nada
Antes me conmovía su paso invisible
sobre todo a cierta hora trémula
sentía su aleteo imperceptible
cuando se parten los días y las noches
a esa hora de plena duda
pasaba su hálito de gracia
moviendo suavemente las flores coches
en las que salía a hacer misericordia
Dejaba mi alma en puro suspenso
al borde mismo de inminente llanto
preguntando a la bruja medianoche
si podía curarse mi despecho
y llevarme de nuevo a la concordia
a la paz de mis órganos en su canto
una vez se aquietaran en ataraxia
las mínimas flores de su paso ausente
me cayera desde la diosa reina
empíreo maná en profundo sueño
en que pulsaba acorde la galaxia
lejos muy lejos de cualquier rebaño
las flores ya en calma fundan presente,
cantan sus pétalos dicha de magia
elevan las almas sobre corriente
con sinfonía que su mano peina
De sus pechos ya libo pura gracia
en su vientre me acuno para siempre
solo escucho el silencio de las aguas
que componen las sílfides del aire
José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Octubre 23 de 2019
Gracias a TeresalaLoba
por el campo de margaritas amarillas
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