jueves, 12 de agosto de 2021

Diamante

 



Resplandecía un sol de fiesta salvaje

En lo alto de estas sierras de san Pedro

Donde aire ya en ámbar o en diamante

Alberga los seres traslúcidos y sones sotto voce

Voces diminutas del gran alegro

Que viven en la fresca corriente

Y cuidan de la placidez del día

Y la calidez de la noche

Pequeños músicos vigilantes

Encargados de la beatitud del universo


Y los brillos 

esos brillos juguetones

en las caras limpias de las hojas-demencia

que se mecen en los brazos de vientos amantes

Las hojas alegres bailarinas

de todos esos árboles dragones

que cantaban pura independencia

muy lejos del seno de urbes de pillos.

Formaban concierto en móviles diamantes

contra el hídrico verde oscuro de las colinas.


El diamante de netos rayos infinitos

contra la tierra en somnolientas sombras-bosque

Dibujaba las casas de los  seres finitos

Hechos de agua  y salvajes fluidos metálicos 

En plena ebullición de alambique

tras preciados elixires exóticos

que a las soñadas ideas y visiones

llevaran las álgebras reales

y en etéreas canciones

vertieran las frases habituales


a las crías de cruel materia obscura

desafiaba con su piel de trasparencia,

fiel hijo del sol y las estrellas,

del hidrógeno y el helio esencia,

y de lo vivo y el carbono, últimas huellas,

diamante-cielo entonaba himno de locura

y el ojo del gran cristal enfocaba en huracán

de cálido amor cada esquema del frío austero

Haciendo feliz a todo el erial

En el fondo simple de cada agujero 


Allá, o acá,

En el fondo hondo del propio misterio,

Llega siempre aguda su luz-aguja 

Como que no hay vacío ni obscuro 

A salvo de su saber y su luz bruja 

Luz que es suave y fecunda

Miel y fuego en futuro

Sortija indisoluble que en magia abunda 

Llevada por prisa de diamante bruto

Ingresando a la senda de la luz y su imperio


José Guillermo Molina Vélez 

San Pedro de los milagros. Finca la franja lunático

Agosto 12 de 2021

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