cuando al centro del silencio íbamos llegando
a lomo de prisas de aéreas mudas letras
y músicas en sordos terrenos grillos
simplemente empeñadas en brillar el tiempo
y rozarlo en cargas eléctricas de futuros anillos
etéreas pieles aromando añejas memorias
en su irremisible marcha, mundano tiempo en ventas,
que perfilaba en marfilinos amaneceres
su espontaneidad, su eternidad, su mismidad
aunque siempre estremecido en imprevistos rizos
que no cesaban de agrietar sus texturas
siempre bajo el imperio de su presente
en oros verdaderos o falsos oropeles
de verdosa ruina citadina
pero sobreviniendo siempre en presiones
desde submarina oscuridad y arduo fragor
subterráneos flujos de sueños a oscuras
que irrumpía en medio de la ordinariedad
con espadas de mental hielo fiero
por entre pieles de la virgen rutina
sumergidos en la multivocidad del sueño,
podían explotar en cualquier dirección
por todo lado del universo ajeno
se llegaría siempre al desfiladero
a convivir en dura presión
como fondo fundante de ascendente ciclón
dónde encontrar el fondo firme
de hercúleo planeta y cerebral diezmo
No hay comentarios:
Publicar un comentario