dia y noche sempiterno
bajo el canto en cálido fagot
de mi vecino el Barranquero
la amable Soledad del monte alto,
coronada de nítido azul celeste
o predicha beatitud en sacra
aureola de azul cromo y cielo limpio
entre su plumaje de orgullosa selva verde
que pasaba tirando su monótona nota
al ritmo ebrio de su largo péndulo
de simpleza total y abisal silencio
pero llena de diferencia y singularidad,
la echaba a rodar por los verdes follajes
a traves de los espesos robledales
que jugaban con la rosa de los vientos
por las colinas abajo
donde caía su canto parco,
molido y quebradizo
entre los desolados pastizales
sin llegar a las solidas calles de las gentes
olvidadas del silencio y el olvido
y del sabor y fragor del aire fresco
invitaba su sonata unánime
a escuchar la paz del monte
y temblar el alma con los suaves pétalos
y las discretas aves de oración callada
a merced del viento las nubes y el agua
que tienen allí dedicada audiencia
José Guillermo Molina
San Pedro de los Milagrpos
Franja Lunática
Enero 6 de 2024
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