domingo, 8 de abril de 2012

Grito de resurrección

cómo saber que estás volando encima de mí
cómo reconocer el paso de tu vuelo
el aliento de tu voz inaudible?


como superar lo sólo visible 
y adivinar los perfumes de la tierna brisa
y acunar la clave 
de tu sempiterna risa
henchida de amplia gracia,
cual velero blanco de virgen pura?


cómo explorar
bajo el murmullo ciego
y la escritura insulsa
tus simples rasgos transparentes
de pura luz en ruego
tu hálito en tensión convulsa?


          con el amor efluvio
          que del pecho surge 
          en la mañana nueva
derrotando la trama del olvido 
y las tinieblas de la muerte
con plumas inocentes de querubes


el tiempo duele 
y sin amor es cósmica basura
descenso sólo
y grávido sueño;
la vida, gota oscura 
que en el mar sucumbe


estaba la madre ansiosa 
con su hijo yerto
no volvería el aliento
a su cuerpo exhausto
dolorido de tanto tiempo incomprendido
de tanta vida malgastada


ni en la mañana alzaría el vuelo
cual aroma fresco
de esperanza eterna
ni a los ángeles de infante cielo
contaría su fiesta
ni su cierto anhelo


con tanta luz en torno 
y el camino siempre errado
siempre el viento contradicho 
y la palabra santa silenciada


sólo el grito levantaba lozas
en explosión de aromas 
tras de tu risa luna
que amanecía contra el sol de pascua


buscando tu rostro nave 
se dibujará en el nuevo cielo
el mane, mane, tekel, fare
cuando se hará la cuenta 
y se cancelará mi tiempo 
se borrarán los rasgos de mi reino


basta con que grites 
para romper el cascarón 
de brutos hierros
y ver con ojos nuevos 
las divinas letras 
de la celestial canción


que traspasan toda cuenta
y al infinito alef minucia
lo vuelven el bostezo de una rosa
de algún domingo



grito de amor efluvio
que del pecho explota 
en la mañana nueva
de una vida reina


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