Ese día me
llegó la risa
Inocente cielo abierto
bajo el sol de primavera
Beso de las
más bellas flores
traían en sus picos los colibríes
y se enviaban en señales los petirrojos.
Me signaban de alegría los gnomos-nubes
y en mi carne de tristeza
escribían gran himno de esperanza.
Ese día
llegó la Virgen con su tesoro
de camufladas rosas vivas.
Un treinta
y uno de marzo
Lleno de
amor dejó mi reina Maydes
en el delicioso Medellín de flores frescas
Su gran
botón de gracia suma
gran regalo de la Virgen Mercedes:
gran regalo de la Virgen Mercedes:
solo risa mística en despreocupada ausencia,
igual al ensueño de sus quince en cielo raso,
acunado entre las fresas de sus labios de diosa.
acunado entre las fresas de sus labios de diosa.
Ese día ella
sonrió al fin del mediodía
Y me envió
el botón de celeste gracia
que llamaríamos Jacinta
y nos iluminaría de alegría con el brillo
y el pródigo ocaso
de sus aleatorios crespos en oro.
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