A veces ese corazón amante del grito eterno
se negaba a ir solo
y reclamaba en su coro dual
ya fuera en contralto
o contrabajo
al otro corazón hermano
que le habían asignado las aguas y los cielos
en esa noche fatal de acerado canto
y luna vigilante,
cuando el cielo envidioso
escuchaba tan atento
cada palabra del sutil ensalmo
A veces mi corazón esclavo
reclamaba a su lado
con salvaje ritmo
ese corazón de virgen amante
con el que practicaba ingrávido
el juego de brillos diamante
en torno de voraces huecos negros
que envolvía
en rojo oscuro
su apasionado cataclismo
A veces la sangre dolía
como vino ebrio
devorando el día
tras su noche en delirio
y cuanto más dolor
más pura se volvía
y gran celeste girasol
en hélices de gozo los envolvía
y un coro de ternura
los nimbaba de luz dorada
oh noche de estremecidas constelaciones
oh noche de amor callado y pleno
orquestada por los grillos diminutos
y las palabras silenciosas de las hadas
oh noche de amor fatal
en que se trenzó nuestro delirio
ya nunca lograríamos latir por separado
nuestro abrazo alucinado
ahuecaba cada vez más el universo,
expandía sin límite su singular secreto
José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón Diciembre 14 de 2018
lunes, 17 de diciembre de 2018
viernes, 14 de diciembre de 2018
Brumas orgánicas
Laguna de Quilotoa, Cotopaxi, Ecuador
Solo los grillos modulaban
mi nombre en miles de variaciones
Joseph, Yussuf, Yusu, Jesu,
Usar, Usargot, Us, Usia, Usón
El solitón
Y al fondo del volcán,
con su uniforme ritmo,
del peregrino corazón el gran peán
paso a paso jugaba su tambor
el inefable onto-algoritmo
que tornaba su carne-tiempo en son
y su disonante cantar en sismo,
su divertimento escaso,
en gritos-trueno del hondo abismo
paso a paso jugaba su tambor
el inefable onto-algoritmo
que tornaba su carne-tiempo en son
y su disonante cantar en sismo,
su divertimento escaso,
en gritos-trueno del hondo abismo
experto en las tormentas de colosal abrazo,
sutil arpegio y etéreo delirio
sutil arpegio y etéreo delirio
saltaba en chispa del colosal topetazo
tanto en el aire seco de martirio
tanto en el aire seco de martirio
como aterido entre el acuoso elemento
debía filtrar el vino del festejo agrio
rodaba su ciclón el canto-tormento
en ese piélago de metálico master
donde crujían acordes en fragmento
ensayando números de abisal desaster
que agrietaban las más sólidas formaletas
y activaban musicales harinas en cluster
y activaban musicales harinas en cluster
cantaba con potente voz de profeta
notas claras de sutil aurora
tejidas con frescas sílabas de analfabeta
que fluían en gotas cantoras
de fréseos pezones cráter
desde rozagante matinal señora
al fondo del encarnado volcán,
con rocas del primitivo magma,
ponía en marcha su único plan:
Hundido entre su caracol,
urdía tierno nido de alma,
límite divino entre baba y meteor
hecho éxtasis su hambre de amor
volvía la sangre piel de virgen
y tornaba en dulce néctar global dolor
tejidas con frescas sílabas de analfabeta
que fluían en gotas cantoras
de fréseos pezones cráter
desde rozagante matinal señora
al fondo del encarnado volcán,
con rocas del primitivo magma,
ponía en marcha su único plan:
Hundido entre su caracol,
urdía tierno nido de alma,
límite divino entre baba y meteor
hecho éxtasis su hambre de amor
volvía la sangre piel de virgen
y tornaba en dulce néctar global dolor
diamantinas lágrimas los prados ungen,
curando el filoteosófico ardor
que desparraman alas de fuego del gran ángel:
fluyente canto entre rudas señas,
en medio del gran clangor de sedas furia
en medio del gran clangor de sedas furia
que armaban las olas niñas
en pos de sus amadas playas de lujuria
donde corearían sus quedos murmullos
sobre las brillantes páginas de arena espuria
inocentes danzantes sirenas
escapando el silencioso fondo
tras los brillos gozosos de las arenas
desde su dura margen de roca,
del solitario corazón surge el canto,
mientras pétalos de gracia invoca
llega el dulce canto en la llovizna fresca
y calman los febriles sueños
sus pavuras de carbón sin yesca
Rionegro, Diciembre 14 de 2018
Franja Lunática - San Pedro de los Milagros, Octubre 18 de 2023
viernes, 16 de noviembre de 2018
Rodando en goma mística
Hoy es la rodada
por detrás de todos los programas y pronósticos
saldré por la puerta grande
rodando simplemente hacia la pérdida infinita:
por qué recuperar estúpidas contraseñas?
Solo sé que este incendiario sol de mediodía
debe rechinar lo que aún me queda de conciencia e identidad
debe lanzarme al desierto trás la nada mental que soy
la bruma ardiente sin oasis que inspira mi anonimato
donde me esperan sin sombra mis dichosas niñas?
Quiero que allí sucumba mi nombre íntimo
todo a mi alrededor era pobre y lleno de plusvalía
para sólo quedar pegado a la nada casual que me aglutina
esa goma mística
que aglutina en bruta alegría
mis partes incrédulas de mimo
Perdidas estaban la fe y la memoria
Nada había hacia atrás
ni amor ni desamor
ni dios ni ninfa visionaria
que me evitara la feria barataria
Sólo un pálido desierto en pergamino
resumía mis historias diluidas
en anónimo papel de reciclaje
Todo se había reducido a cero
al número íntimo de aventuras prohibidas
José Guillermo Molina
Rionegro, Noviembre 15 de 2018
por detrás de todos los programas y pronósticos
saldré por la puerta grande
rodando simplemente hacia la pérdida infinita:
por qué recuperar estúpidas contraseñas?
Solo sé que este incendiario sol de mediodía
debe rechinar lo que aún me queda de conciencia e identidad
debe lanzarme al desierto trás la nada mental que soy
la bruma ardiente sin oasis que inspira mi anonimato
donde me esperan sin sombra mis dichosas niñas?
Quiero que allí sucumba mi nombre íntimo
todo a mi alrededor era pobre y lleno de plusvalía
para sólo quedar pegado a la nada casual que me aglutina
esa goma mística
que aglutina en bruta alegría
mis partes incrédulas de mimo
Perdidas estaban la fe y la memoria
Nada había hacia atrás
ni amor ni desamor
ni dios ni ninfa visionaria
que me evitara la feria barataria
Sólo un pálido desierto en pergamino
resumía mis historias diluidas
en anónimo papel de reciclaje
Todo se había reducido a cero
al número íntimo de aventuras prohibidas
José Guillermo Molina
Rionegro, Noviembre 15 de 2018
lunes, 12 de noviembre de 2018
La vida liviana
La vida liviana
aérea,
en hoja
o florecida
y salida de sí misma
enajenada
cerca de
la piedra,
pegada a
las ánimas del animal
junto a
las viejas larvas y barbas
que
charlan de Agua,
en
mudo lenguaje natural,
en
quietud absoluta y etérea oración
allí de
pronto manan ideas
jamás
contempladas por el sol,
de entre
las nocturnas entrañas
de las
rocas húmedas y solitarias,
que
recuerdan su paso por el magma
allí brotan musgos y líquenes abstractos
en
gozosas ecuaciones aleluyas
mientras
las lenguas largas de las pencas
pronuncian
en notas muy suyas
los
adagios verdes de los siglos
los
himnos inagotables de la vida entera
vaciada
en superficies Moebius de una cara
donde
trazan su consistencia los pactos
de los átomos-tiempo que formarán la historia
engendrada
sin cesar por la madre memoria
terrible
niña ignara,
experta
en imprevistas espeluncas
futuro,
hijo
siempre
de la
madre del pasado
y el gozo siempre está bañado en lágrimas
sal al comienzo y al final
que dosifique el dulce pan
de la virgen secular
y el gozo siempre está bañado en lágrimas
sal al comienzo y al final
que dosifique el dulce pan
de la virgen secular
sábado, 10 de noviembre de 2018
Hola Navidad
Otra navidad lejos del mundo
y muy dentro de mi sagrario amoroso
entre la nacarada pulpa
de mi escaso verbo fiebre
el interior desnudo de mi noche oscura
al timón aleatorio
de estrellas navegantes
que guían y sostienen mi ritmo viviente
tras inalcanzable diosa
la de infinito jolgorio
e íntimo plenilunio
la madre absoluta del descanso
otra navidad entre sus brazos cuna
dueño de sus pechos en eternal segundo
sintiendo el paso de la vida breve
la fuga irreversible de la sangre noble
entre su cálida entraña
de erizantes sedas
en amoroso beso
de la por siempre niña
otra navidad bajo el brillo fogoso
de sus ojos estelares al cuidado de la luna
sus ojos adivinos de gitana
mis amadas lejanas flores
navidad delicia entre focos de colores
con felices niños de un nuevo mundo
refrescando esa tierra anciana
de crueles rutinas y clamores
me beberé sus lágrimas perlas
globos de fiesta en alquimia abstracta
con la memoria alegre que deleita
los humanos siglos de palabras
cuidando de los dioses el sacro tesoro
que guarda sal de siete mares en orquesta
capaz de transmutar en celeste gozo
cualquier montón del brutal oro
leche amada de antiguas diosas en oferta
jugo inebriante de fabulosas bocas
expertas en la miel de locos besos
bálsamo de la dicha alerta
mágico néctar de fresas rojas
al fondo de tiernas orquídeas
que en la vasta tierra de los huesos
eran del cielo única puerta
José Guillermo Molina
Noviembre 2018
y muy dentro de mi sagrario amoroso
entre la nacarada pulpa
de mi escaso verbo fiebre
el interior desnudo de mi noche oscura
al timón aleatorio
de estrellas navegantes
que guían y sostienen mi ritmo viviente
tras inalcanzable diosa
la de infinito jolgorio
e íntimo plenilunio
la madre absoluta del descanso
otra navidad entre sus brazos cuna
dueño de sus pechos en eternal segundo
sintiendo el paso de la vida breve
la fuga irreversible de la sangre noble
entre su cálida entraña
de erizantes sedas
en amoroso beso
de la por siempre niña
otra navidad bajo el brillo fogoso
de sus ojos estelares al cuidado de la luna
sus ojos adivinos de gitana
mis amadas lejanas flores
navidad delicia entre focos de colores
con felices niños de un nuevo mundo
refrescando esa tierra anciana
de crueles rutinas y clamores
me beberé sus lágrimas perlas
globos de fiesta en alquimia abstracta
con la memoria alegre que deleita
los humanos siglos de palabras
cuidando de los dioses el sacro tesoro
que guarda sal de siete mares en orquesta
capaz de transmutar en celeste gozo
cualquier montón del brutal oro
leche amada de antiguas diosas en oferta
jugo inebriante de fabulosas bocas
expertas en la miel de locos besos
bálsamo de la dicha alerta
mágico néctar de fresas rojas
al fondo de tiernas orquídeas
que en la vasta tierra de los huesos
eran del cielo única puerta
José Guillermo Molina
Noviembre 2018
jueves, 8 de noviembre de 2018
Agua-Cate
Agua pasó por aquí
Cate que no la vi
Agua del mismo delirio
Arroyo de nieve y rocío
Agua festiva de espuma
vestida de esferas en duda
cargada de cielos y tormentas en suma
que me traían su alma nuda
Polvo de nuevas estrellas
brotadas del último sueño
y la sabia risa en astillas
regada en nubes sin dueño
Alada risa del alba
que pone el alma en calma
e infunde al espíritu
fuerza de nuevo ímpetu
Agua en gotas conciencia
cifrada en poros de negras tierras
cunas de pura transparencia
que burlaban la noche de las caras
agua pasó sin preguntar por mí
yo con ella me iré lejos de Itagüí
en sus remolinos con locura la amaré
y todas mis angustias olvidaré
entre rebeldes fractales de rocas
se guardaban vírgenes gotas de gracia
esperando su nombre en mi poema
para rodar en risas por calles cocas
rodar sin salir nunca del jardín
presas por siempre del dulce esquema
capaces de destruir cualquier teorema
que les obstruya el último confín
José Guillermo Molina
Rionegro - El Corazón
Noviembre 2018
Cate que no la vi
Agua del mismo delirio
Arroyo de nieve y rocío
Agua festiva de espuma
vestida de esferas en duda
cargada de cielos y tormentas en suma
que me traían su alma nuda
Polvo de nuevas estrellas
brotadas del último sueño
y la sabia risa en astillas
regada en nubes sin dueño
Alada risa del alba
que pone el alma en calma
e infunde al espíritu
fuerza de nuevo ímpetu
Agua en gotas conciencia
cifrada en poros de negras tierras
cunas de pura transparencia
que burlaban la noche de las caras
agua pasó sin preguntar por mí
yo con ella me iré lejos de Itagüí
en sus remolinos con locura la amaré
y todas mis angustias olvidaré
entre rebeldes fractales de rocas
se guardaban vírgenes gotas de gracia
esperando su nombre en mi poema
para rodar en risas por calles cocas
rodar sin salir nunca del jardín
presas por siempre del dulce esquema
capaces de destruir cualquier teorema
que les obstruya el último confín
José Guillermo Molina
Rionegro - El Corazón
Noviembre 2018
sábado, 13 de octubre de 2018
Larga noche
Me amarraban sus brazos cadenas candentes
y luego me expulsaban al erial sin esperanza
donde me escondían sensuales flores solitarias
sedosos musgos de musas en casta danza
y así aprendía del soñar el himno de los parias
me apresaban sin perdón sus labios silentes
para sucumbir sediento en la noche oscura
tentado en delicia por encarnadas fresas
que esbozaban crueles las nieblas de locura
educando mi sentir en sombras aviesas
me perdía rígido sin remedio
entre cortantes brisas de abandono:
ni la esfinge socorría mi tedio,
amplio silencio en nocturnal asedio
callaba mi llanto en tono unísono.
era la hora de volar en dichas
y probar la fuerza limpia de su amor
era la franja azul de medianoche
cuando surge airoso el fénix de las cenizas
y de las sombras brota la aurora en risas:
era de sus besos que surgía en vuelo mi alma
y el vuelo era en torno de amado cielo
descifrando sus consteladas frutas
sus nubes-besos de aérea palma
que arrojaban mi tiempo en brutal celo
contra la seda piel de sus ternuras
donde escribía mi ansia de calma
José Guillermo Molina
Octubre 6-13 de 2018
y luego me expulsaban al erial sin esperanza
donde me escondían sensuales flores solitarias
sedosos musgos de musas en casta danza
y así aprendía del soñar el himno de los parias
me apresaban sin perdón sus labios silentes
para sucumbir sediento en la noche oscura
tentado en delicia por encarnadas fresas
que esbozaban crueles las nieblas de locura
educando mi sentir en sombras aviesas
me perdía rígido sin remedio
entre cortantes brisas de abandono:
ni la esfinge socorría mi tedio,
amplio silencio en nocturnal asedio
callaba mi llanto en tono unísono.
era la hora de volar en dichas
y probar la fuerza limpia de su amor
era la franja azul de medianoche
cuando surge airoso el fénix de las cenizas
y de las sombras brota la aurora en risas:
era de sus besos que surgía en vuelo mi alma
y el vuelo era en torno de amado cielo
descifrando sus consteladas frutas
sus nubes-besos de aérea palma
que arrojaban mi tiempo en brutal celo
contra la seda piel de sus ternuras
donde escribía mi ansia de calma
José Guillermo Molina
Octubre 6-13 de 2018
sábado, 22 de septiembre de 2018
Dedos de lluvia
Los dedos de ancianas lluvias
Sembraban profundo las sedientas raíces
Tocaban al piano de piedras contentas,
Piel de antiguos países,
gozosos con sus raras visitas.
gozosos con sus raras visitas.
Las duras esferas diamantinas
cariciaban con severas gubias
cariciaban con severas gubias
las peludas praderas atentas.
Con la fuerza de un Beethoven, un Brahms
Y la dulzura contenida de un Chopin,
Tocaban al tambor en la noche profunda
Invocaban al Vigía Tiempo,
Despertaban al febril Pensar
Las mejillas encendidas de las rosas
Y orientaban al Cielo de tumbas,
En radiales que el diamante alumbra,
flechas frescas del verde perfumar
Que alentaba entre fibras de hierbas.
Los dedos de la lluvia
Forzudos y crispados
Inconsútil pianista al improviso
Torcían al infinito
El cuello del huracán
Se deshacían en gotas
de secos cristales
y sonaban
cantarinas
rotundas
enfáticas
tintineando una gratia ligera
a
lomo de cellos
y
graves relieves,
bohemia en escala de grises
celebraban felices
los cristales infantiles …
En sutil sonatina
estallaban las gotas
sobre las lajas musgosas del antiguo
castillo
y tocaban los tambores de la noche
rigurosa
de
esa noche tan mía
hecha
flor oscura
de
seda vacía
puro abrazo de extraser
que en su propio cáliz alucina
con los sueños ásperos de la tierra dura
en viaje abstracto de extranúcleo
a los cielos vagos empíreos
de cualquier salvaje duramáter
cuerpo neto del gozo epicúreo.
Entre música de cristales
mútilas notas
raras, rotas
arroyos de bajos y multitudes
procesiones de rodados cantos
en arenales
cruzábamos en sueños
los límites azúleos de Aquerontes
para hundirnos en paisajes anónimos
de cerebrales montes
en sepias y grises
habitados por las furias y prisas
de instantes atónitos,
cuajados al margen de los astros.
cuajados al margen de los astros.
Con la dama de los crudos pensamientos
Hecha aire y viento y furia,
la Diosa Virgen de las brisas
grabada en sutil esquema de los vientos
cuyo canto consolaba a los sin nadie
que adornaban las montañas del silencio.
la Diosa Virgen de las brisas
grabada en sutil esquema de los vientos
cuyo canto consolaba a los sin nadie
que adornaban las montañas del silencio.
Los dedos de la lluvia
llevaban a lo hondo
los rizomas atentos
a hundirse en los vientres
dadivosos de la virgen nuria,
la tierra Madre obscura.
Y era dulce,
entre la tierna negrura
sentir algo de ser,
el puro contento
colores y tonadas de aventura
en prisión de sangre y piel
de linfa y tiempo,
guardados en alma de espora.
de linfa y tiempo,
guardados en alma de espora.
Desde nubes de eventos,
como míticas aves
de precelestiales limbos,
distribuidas en bandas piratas
extraviadas naves
y
fantasmáticas siluetas
de antiguas armaduras,
se erguían colosales dedos de lluvia,
dejando perfectos restos
en marejadas de arquetipos.
Siempre se leía algún poema
de ozono, granizo y viento
entre los restos dispersos
que componían lo santo,
en volátiles himnos versos,
resonancia de antiguo adagio,
o en caracteres arcanos,
cabalístico
sintagma,
cifrado
enloquecido canto
del
libro del gran naufragio.
José Guillermo Molina
En compañía de su Musa
Año 2009
Septiembre 22 de 2018
Septiembre 22 de 2018
jueves, 6 de septiembre de 2018
Rebotes contra senos de miel
Rebotaba en el piso
contra piedras, polvo e
ignorancia
desatando crudo remolino
y ascendía en busca de suave
caricia
en busca de
la seda y de las claves
del dulce
encarnado de la fresa
que vivía entre sus
labios verticales
piratas negras naves
piratas negras naves
y mantenían mi alma
presa
entre sus amorosas tenazas
entre sus amorosas tenazas
en perpetuo vuelo de sitibundia
escanciando los vinos de la
dicha
que brotaban sus ojos de
iracundia
templados al frío en celeste
lucha
ascendía en espirales de Leticia
desde el mundano fondo de mis
abrojos
y me colaba entre sus águilas
de milicia
hundiéndome en el abismo de sus
ojos
tras sus pezones salvajes
meteoros rosa
que orientaban en su búsqueda
de leche
a los Perdidos pero siempre
trás su diosa,
a los perdidos hijos de la regia
noche
Persistiendo en la ruta de sus
muertos
trás su enhiesta y tenue musa
que guardaba sus rutas de
desiertos
y llenaba de sentido y ciencia
infusa
las calles de delirios de sus
lares;
en su dulzura maduraban sus
terrones
y se enmielaban sus lóbregos
pesares
vueltos arrobada succión de sus
pezones
Jose Guillermo Molina
Rionegro, septiembre 6 de
2018
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