De pronto estaba en la gentil puerta
de oasis en rosa de la dicha
donde habita la gran felicidad
del instante sin duración precisa
que cuida rosas y margaritas
burlando los celos de la noche
y cifrando las claves del sueño
Pero solo escuché ecos sordos,
cerca o lejos del duro corazón,
atlético músculo y gran portal
del éxtasis do mora la emoción
en medio de armónico silencio
y selváticos tambores.
Bañado en el perfume del rosal
mutaba presto a alegrías y temores.
Asustadizo e inestable,
sufría ligeros cambios de ritmo
con abrazos y traiciones.
Variaba a la velocidad de la luz
como sombras y brillos
en día de sol y fugaces nieblas
No sabía cuánto más con su cruz
cuándo cesarían sus latidos
y sólo viviría el silencio "in nihilo"
con el viejo sabor de su jardín
cuando lo tuvo cerca y estuvo "ad portas":
con un instante ya había infinitos,
un beso suyo para ser su comodín.
Mundo loco, qué será?
será la esfera? el huevo? el cardio?
Ante el cielo en absoluto viento
de ajenos astros y meteoros?
O será nuestro abstruso caosmos,
esa niebla en mente laberinto,
capaz de ecuaciones, inversiones y convulsiones?
Entre fresa y rosa de osada sangre
Entraba y salía de jardín de diosa
Reía y lloraba, cantaba y gritaba
contra fondo de grillos en bajo continuo
cuyo monoritmo dirigía ingenuo:
solo había un cadáver al fondo del alma
el cadáver del amor para siempre perdido.
José Guillermo Molina Vélez
Medellín , El corazón, Finca Villa Mercedes
Septiembre 14-21 de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario