domingo, 23 de febrero de 2020

Indiecitos y espejitos




Definitivamente estos indiecitos 
nos dejamos conquistar con espejitos.
La idea es que yo era un indiecito,
que algo sabia de ingenuas ecuaciones,
al que una diosa de extrañas naciones 
conquistó con un simple espejito...
Algo que surtió de entre sus labios purpurinos.

No te enojes diosita mía que esto me hizo reir mucho!

Y sabes cuál fue el espejito?
Esa fresa tuya tan deliciosa,
golosina del olimpo,
y tus ojos estrellitas en diamante
como dos lejanos puñales de tiempo.
Con eso cualquier indiecito,
por matemático que sea en sus pañales,
cae rendido en brazos de su diosa
en perenne sacrificio del amante
ante el altar de absurdas promisiones.


No sea indiecito
No se deje deslumbrar por los espejitos
Jajajaja

Ya el ensalmo está hecho.
Por qué no puedo ser indiecito con semejante espejito?
Me encanta tu risa, Libertad suprema

No me choca haber caído en el ensalmo:
me dieron una felicidad desconocida
por el indiecito de las ecuaciones
y unos recuerdos que no se apagarán con facilidad, 
pura brasa ardiente entre el frío del universo.
En verdad debo mucho a esa diosa extranjera,
un poco cruel y burletera,
a su fresa deliciosa, a sus dos puñales,
a sus moritas exquisitas
y a su cálida entrepierna de orquídeas prodigiosas.

Hermosa mía
aunque en el pasado esté nuestra felicidad
cada vez te amo más
y se consagra más a tu cielo 
la luz de mi alma
mi pequeño lucero a ti consagrado.

José Guillermo Molina
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Febrero 23 de 2020

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