Cruzaría el papel de sus brazos
debía correr muy lejos del mundo
pero me retenía su día de fiesta
me quería como uno de sus payasos,
el que vendría a disolver su orquesta
y a ella haría volar en pedazos
cuando cantara un son vagabundo
Nuevo camino en blanco sin referentes,
sin ídolos, ni dioses, ni diosas
sólo guiado por el sol de las esperanzas:
algún día sus senos y su lengua
volverían a mis ancianos dientes.
De nuevo en soledad absoluta
con serenatas de música del agua,
Aromas de musgo, bosque y de capote
senderos en la pura manigua,
sin caminos ni antiguo quijote,
ni precedencias ni consecuencias,
solo espontánea floración sin tregua
al paso de la sutil historia-conciencia
cuyo instrumento de lujo era la lengua.
Reviviría esos segundos de éxtasis
verdadera vida en el afuera débil
sin propósitos ni utilidades
en ese mundo de tiempo todo-móvil
vería lo falso del amor en el oasis
que solo limpio jugaban las deidades,
arrasando del poema fatal perfil,
cuando furibundas rugían arenas
en el roto corazón de las tormentas:
se probaba allí la rosa del desierto
sintiendo su sed de monte fresco,
musgo y liquen en nubes sedientas
le pasaban raudas sin sangre en las venas
hasta que su pecho entonaba el concierto.
No importa lo que traiga la pasión,
después de lidiar a muerte con el dolor,
en nueva ruta cabe siempre esperanza.
Y si algún amanecer trae rocío
será para alcanzar bienaventuranza
y curar a nuestras vidas del hastío
y llegar como niños a canción nido.
Lejano horizonte para algún nuevo sol:
su franca luz curaba falsos amores,
iluminaba la nueva tierra,
toda envuelta en primitivos vapores,
florecida en poema en pregón cigarra
levitando en fiebre de gamuzas,
feérico remanso del sueño farol.
Sí, del sueño era ambarina luz difusa,
hundida en neblina de futuros
que sembraba siempre el viaje al infinito
en umbrales de erectas pelusas
donde singlaba la diosa de extramuros
en puras coordenadas de amplio mito
y se libraban las celestiales luchas.
Allí la tierra tallaba sus medidas
se hacía con terapias de nuevo tiempo:
rehacían su figura luces de hadas
y quebraban sus rocas rayos de Olympo,
mientras sus sueños de amor burlaba la mar
y subían al cielo nubes de ira,
madres futuras de fiestas y tormentas.
José Guillermo Molina Vélez
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Octubre 5-13 de 2020
Tratando de incluir la disonancia en la consonancia
será cierto eso?
que "cuando algo tiene tantas grietas, parece sólido" ? (serie Chesapeake Shores)