amor de luz y tiempo vacuo
que torna los escasos minutos
en cuántica eternidad en paralelo;
nuestras soledades de seda se visten
con los pétalos frescos de esos instantes
y quedamos listos p'al dolor perenne.
Parecía loco y un desatino:
bendecir al gran verdugo de la gleba
de los pobres esclavos de la rutina.
Todo sea por esas chispas de amor
por los instantes refulgentes
en que salen los borregos de si mismos
borrando toda una vida de vergüenza.
Bello mientras dura
y luego un pozo de amargura.
Pero lo vale, es la esperanza,
valen lo que sea esos supremos instantes
con sabor a Paraíso;
se sabe que no podrán repetirse
y pronto ya será amor no correspondido,
o blanca arcilla de fríos desamores,
tiempo-arena de recuerdos a los vientos,
jirones de corazón entre huracanes
volviendo a la bruma gris de la plebe,
lejos de las melíferas danzas
que los trenzaban en abrazos celestiales,
tan eternos como fueron de frágiles.
Mientras más dulces los efímeros tiempos,
más se ahonda el pozo obscuro
que bien medula nuestra soledad
y nos sumerge entre sueños de ceniza.
Pero no llorar por flores que caían,
solo debía gozar con las que florecían,
aunque solo fuera una jornada lisa.
En la obscuridad de tierra fértil
se tallaban las nuevas palabras
que alegrarían la vida ajena,
como las flores anónimas del cosmos
que pintaban los días con luz ingenua,
puro amor sin sujetos ni dolor
amor de parias y frescos vagabundos.
Sea amor, traición, odio, desamor
era pura incursión en núcleo oscuro
eres una flor del cosmos
y aún es primavera
José Guillermo Molina Vélez
Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes
Octubre 24-28 de 2020
muy hermoso el peoma pa....pero muy triste
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