sábado, 5 de diciembre de 2020

Islas Mentales


 Dedicado a mi eterna Mechitas

Quietas las aguas sobre la arena blanca

de estas islas pura vida de centro amante

do gira mente en torno de idea trunca

y se agota el día sobre playa coruscante.


Al final de la tarde un gran vacío

me aspiraba desde dentro furibundo

con la fuerza sacra de un volcán inverso:

una licuadora de silente mundo

hecho de ideas en pedazos 

y de fértiles restos del gran estío.


En la noche serían cenizas

y ante las estrellas ardían esencias

en fogata ofrecida a las diosas

sumidas en celestes cadencias, 

mientras capullos de flores y malezas

preparaban brotes de las nuevas razas.


Era la vida tierna bajo ígnea demencia

tejidos de históricos delirios

parecían buen abono a las arenas

meditación y silencio en lirios

flotaban sobre la playa de palmeras

y en éxtasis rumoroso cundía inocencia.


Aromas de rosa, nardo y limón

dominaban esas playas solitarias:

era el volver de tu pálida sonrisa

cifrando las tardes arbitrarias

con tu iluminada y perfumada brisa

tus besos tan simples de envinado dulzón.


Amoroso Caos allí florecía

para nosotros en exclusiva

tu tierna dejadez que todo podía

mi hosca militancia en versos de vida

y fuerte viento al abismo nos lanzaba

forrados en musgos de poesía.


Flotaba contigo entre versos y luces

Me enseñabas a danzar en el vacío

esquivando carnívoras fauces

que brillaban en amores de extravío

Solo pendiente de tu abrazo etéreo

y escuchando tus musas de bruces.


Siempre supe que eras mi única luna

incansable bailarina de medidos pasos

Me instruías desde una exigua penumbra

me iluminaba la seda de tus brazos

aliada siempre con todo lo que alumbra

y me proyectabas todo el amor de tu cuna.


Al amparo de tus místicas siluetas 

revivían estas islas sus astrales cantos

brotaban sus suelos poemas abstractos

y en sus palmas danzaban las musagetas,

enterraban con alegría todos mis afectos

y me destinaban a vivir de anacoreta.


Bajo estas dunas de arpegios minerales

se iban guardando pesares y alegrías 

como futuros cantos de estas islas mentales

donde echaban su suerte mis ordalías.



José Guillermo Molina Vélez

Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes

Tributo a la Gran Soledad

Diciembre 5 de 2020 


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