miércoles, 26 de agosto de 2020

Almas sucesivas

  



Los sueños que separan nuestros días

también separan nuestras vidas

y multiplican nuestras almas


no tenemos una sola vida,

ni cultivamos una sola alma

si fuera una sola, 

sería informe e impensable

flor a flor

sol a sol

vamos apilando vidas

las nuevas despiden a las antiguas:

cada vez con más sobriedad

y dolor más atenuado

van ocurriendo los relevos

en mares de leves sonrisas


pocas veces unas vidas

tienen los tonos del amor

y las siguientes -mil por una-

transcurren en apatías grises

o se visten con dolorida tuna 

o se agotan en pesadas rutinas

entre lo anodino del ordinario comercio

entre el humor benigno de las brisas

y la sana indiferencia de los dioses

que se divierten con nuestras llagas y cicatrices  


Dicen que el tiempo todo lo cura,

pero

¿Cuándo me curaré de su recuerdo?

Los recuerdos acarrean más dolor 

que todas las heridas.

¿Cuándo llegará el relevo 

y esta alma se volverá una perla 

ya pasada y archivada en mi collar historia?

¿Cómo será la nueva rosa 

que me espera en alguna encarnada aurora?

 

Los que nos tenían atrapados

en una de esas vidas tan definitivas

sólo se van, sin consultar nuestros corazones.

Y hay que seguir el camino

pasar a la próxima encarnación

sufrir la próxima alma


            

Amores y desamores

se van trenzando en negras y blancas

hasta algún día aciago

en que se deshace la cuenta

damos un nuevo paso

y se abundan las aguas de nuestro Leteo:


        vuelan las perlas al cielo del tiempo

        como ángeles transparentes, 

        recobrando la luz nuestras almas sucesivas

        de cuando aún tenían la humedad del mar

        sólo querían estar junto al mar 

        y sentir sus frescas orillas y sus olas de danza


A veces queremos acomodar tiempo

            entre una vida y otra

            que podremos disolverla 

            dejando pasar días o años

            pero ella se niega a pasar 

            y nos sigue atormentando 

            incluso corriendo una nueva vida

y ningún cúmulo de instantes nuevos logra taparla

se erige esfíngea sobre cualquier nueva construcción

que salga de nuestras tormentas


José Guillermo Molina Vélez

Medellín, El Corazón, Finca Villa Mercedes

Agosto 26-27 de 2020


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