jueves, 11 de enero de 2018

Vidas previas. Migrancia de conciencia. Nubes de rostros

vidas que han sido bajo el manto del olvido
hemos pasado mil veces por los vientres del leteo

y el fértil olvido nos produce siempre nueva cara
nos tiene lista cada vez máscara nueva en el carnaval del mundo

nos envía estrenando a la fiesta que se celebra  cada año
a condición que hayamos olvidado y seamos otros

la vida nos usa para su baile de cada noche
nos usa y luego nos tira, nos deja a un lado

se rie de nuestras creencias cuando nos creemos alguien
cuando registramos alguna continuidad

para ella solo somos el disfraz del momento
la voz cantante, sin identidad ni continuidad

creámosnos o no los mismos día a día
ella inmisericorde juega con nuestras conciencias

no cesa de cambiarnos y teletransportarnos
aceptemos o no, de gusto o de susto

nuestra racionalidad es esencialmente discontinua
habitamos el espacio de lo discreto

ocurrimos en cuantos incomunicables
que nunca vibrarán en fase.

somos multitud incognoscible e innumerable
nuestro nombre e identidad es pura ilusión

día a día, noche a noche
se mueven los mojones de nuestra propiedad e identidad

entre dos respiros, siempre se ahondan abismos de conciencia
y se nos obliga a coeexistir en mulltitudes incongruentes

en las noches, al reposo de nuestra guardia,
nos inundan tribus y hordas desconocidas

esta condición de migrancia perpetua
esta dinámica aérea de nuestra conciencia

es la clave misma de nuestra felicidad
el elemento natural de nuestro paraíso

la asincronía en que viven nuestras multitudes
es nuestra oportunidad de vida feliz, el color de nuestro gozo.

la prisión de una personalidad fija
da el triste color de la neurosis

la vida ocurre siempre en rostros
pero variables como mutan las nubes

José Guillermo Molina
Enero 10-11 de 2018
El Corazón

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